jueves, 17 de julio de 2008

Los Abuelos

Autor: Antonio Tejeda Encinas


A mi no sólo me preocupa el hecho de que de alguna manera "usemos" a nuestros mayores para que nos ayuden a conciliar la vida familiar y laboral.

También el que los pésimos horarios laborales y peores escolares o el Estado, con su deficiente acción social, haga que necesitemos de los abuelos - sobre todo las abuelas- para tapar los múltiples agujeros del sistema (actualmente el abuelo también va protagonizando la incorporación del hombre al cuidado de los nietos).

Los efectos negativos de la mala conciliación influyen, como ya se ha evidenciado por multitud de estudios- no sólo en la calidad de vida de las personas, sino también en toda la estructura, social y económica.

Incluso el que en muchos casos el/los abuelos no tienen inconveniente en volver a ser más activos para cuidar de los nietos, aunque en otras ocasiones no tienen más remedio. ¡Unas veces es devoción, otras obligación!

Tenemos que pensar también en los supuestos en que incluso queriendo, nuestros mayores están impedidos para realizar la ardua tarea que les encomendamos.

Debemos sumar la circunstancia de que nuestros mayores tengan que malvivir con pensiones de risa. El problema se agudizará cuando la próxima generación de "hipotecados hasta el cuello" no puedan hacer frente a las mismas con pensiones por debajo de los salarios que percibían en su vida laboral ordinaria.

Ahondando más en la cuestión, el que nuestros ancianos sean un preciadísimo bien, pero al que no se le da la importancia en la sociedad que se merecen: la devaluación social y en muchas ocasiones familiar (ahora menos debido a las familias con hijos en la que los dos padres trabajan), por la mera circunstancia de estar jubilado. El que la sociedad excluya a sus mayores, o incluso ellos mismos parecen dispuestos en innumerables ocasiones a arrinconarse. Pero, para eso ya les hemos dado "entretenimiento": ¡cuidar de nuestros hijos!

A los abuelos deben quererlos sus nietos pero no a costa del cariño de los padres a los que ve poco durante todos los días de su vida laboral. De todas formas sabremos esperar, algún día hasta puede que tengamos nietos y el máximo de los cariños por parte de ellos.

Pese a todo, lo mas importante es que no haya un sistema productivo que saque del trabajo a las personas antes de que lleguen a una edad en la que después la calidad de vida se ve mermada por los muchos años de trabajo que ha tenido que soportar y que ahora le esta pasando factura. Lo que debería convertirse en un premio deseado: la jubilación, se transforma en un desgaste personal, físico, mental, familiar, económico...obviamente nadie quiere envejecer, pero para eso la única alternativa es morir joven.

Sin embargo, seguramente, el hoy padre o madre de familia, con la independencia de todo tipo que conlleva disponer de un puesto de trabajo y acostumbrado a una vida en la que "sólo le atan" las cuestiones laborales, llegada la edad de ser abuelos/as se nieguen con rotundidad a tal menester. Ya hay encuestas que avalan dicha afirmación. Por tanto, ¿quién cuidará de nuestros hijos en un futuro?

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